Lo más importante es restablecer poco a poco el horario de sueños y comidas, y eso lo podemos ir haciendo unos días antes. De todos modos tenemos asumidos que el propio día de Reyes ellos solitos van a madrugar, así que ni ese día se romperá ya esa tendencia.
En los días previos, también podíamos proponer algunas actividades (aquí en el blog tenemos muchas) por la tarde para que vuelvan a ocuparse de algunas tareas, muy livianas eso sí, y no pierdan del todo el ritmo.
Recordemos, en cualquier caso que es igual de importante que nuestros niños descanses y que se merecen una vacaciones, así que todo lo anterior hay que hacerlo sin presiones para que no sea peor el remedio que la enfermedad.


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